Parejas interculturales

February 17, 2020

Resumen: La pregunta que se trata es relativa a las relaciones entre personas de distintas culturas, orígenes y religiones. En primer lugar, hacemos notar el esfuerzo que hay detrás de este tipo de relaciones. En el cuerpo del texto, se cuestiona la existencia de una única fuente de la verdad. Para finalizar, se lanzan dos preguntas con el objetivo de animar al pensamiento crítico a ir un poco más allá de los horizontes que aquí se tratan.

Atención: este artículo está basado en un juicio subjetivo, basado en la experiencia de un individuo y su limitado punto de vista del mundo.

Introducción

Gracias a Mariam debatimos sobre este asunto tan cautivador. A continuación sus palabras:

¿Que pensáis sobre las relaciones de parejas entre personas de diferentes orígenes, culturas y religiones?

¿Puede una relación funcionar cuando ambas personas están muy sujetas e inclinadas hacia su pensamiento, religión o cultura?

¿Es mejor estar con alguien que se aproxime mucho al bagaje que llevamos en la vida?

Paseando entre pensamientos

El hecho de que dos personas de distintas culturas quieran mantener una relación de pareja plantea muchos retos a superar. Dichos retos se vuelven más difíciles conforme las relaciones se dan entre personas de continentes distintos; por ejemplo, una persona asiática y una española.

Una premisa básica que debe de existir, es que ambas partes sean flexibles y abiertas al cambio. Establecer límites dentro de lo que esta permitido a ceder cada una de las partes implicadas. A causa de eso, la pareja debe de hacer un esfuerzo por encontrar el equilibrio.

 

Mi experiencia cultural, puede ser resumida como sigue:

La culturas son manifestaciones del saber humano y su grandeza. Debido al sesgo humano, necesitamos la riqueza de perspectivas que cada cultura nos puede aporta, partiendo de la premisa de que ninguna es perfecta.

Por esta razón, considero como pensamiento erróneo el pensar que una cultura es superior a otra;

Los beneficios de la coexistencia de dos culturas son mayores que cuando las tratamos por separado. Cada una tienen flaquezas y puntos de vista que se le escapan a la otra.

Los seres humanos, al igual que han construido miles de lenguas vivas y otras tantas muertas, son también capaces de construir reglas en el trato entre iguales. Sin embargo, me entristece cuando dichas reglas entre las culturas, religiones u orígenes se usan para separar a las personas.

Un mundo utópico sería aquel en el que todas las personas, sin importar el origen, cultura o religión, se pudieran enamorar de otra persona sin pagar, en el proceso, un precio tal alto como perder a la familia, recibir un rechazo de grupo [2] o verse sometida por un sentimiento de culpa. La causa de que este mundo utópico no se esté dando, puede debererse a que las personas somos tan complejas, cobardes, sesgadas, egoístas, que nos creemos poseedores de la única verdad universal.

 

Por otra parte, mi experiencia con una cultura distinta a la mía ha sido muy enriquecedora. Al tiempo que en la cultura occidental se disparan los casos de soledad [1], culturas como la musulmana me han mostrado cómo la familia se extiende más allá de los lazos entre hermanos, hermanas, primos, tíos, etcétera, abarcando fronteras más lejanas.

Respuestas directas

Mariam nos planteaba tres preguntas: la primera, que espero que haya sido respondida en el apartado anterior, nos anima a expandirnos en nuestra percepción acerca del tema y con las dos últimas nos incita a responder de forma concisa.

En cuanto a la segunda pregunta:

¿Puede una relación funcionar cuando ambas personas están muy sujetas e inclinadas hacia su pensamiento, religión o cultura?

Sí. Sin embargo, antes se tiene que dar una comunicación entre ambas partes y conocer perfectamente los noes irrevocables del otro. Después de llegar a un punto en común, se podría empezar a construir una relación basada en el respeto mutuo, el entendimiento y mucha paciencia.

¿Es mejor estar con alguien que se aproxime mucho al bagaje que llevamos en la vida?

Depende.

Si eres una persona que no quiere demasiados retos en su vida, quizás el esfuerzo no sea para ella.

Si por el contrario, eres una persona que abraza el cambio, intentarlo siempre es una opción.

 

Para finalizar dos cuestiones:

¿Cuántos amores se ha perdido por nuestras diferencias?

¿Cuándo aprenderemos a ver más allá de la capa de creencias, cultura y sopa de fobias, y darnos cuenta de que el potencial humano no responde a etiquetas?*

* Por etiquetas entendido como el prejuicio que hacemos las personas, signo de pereza, ante el esfuerzo que conlleva conocer verdaderamente a una persona.

Bibliografía

[1] https://ourworldindata.org/loneliness-epidemic

[2] http://psicologia.isipedia.com/tercero/psicologia-de-los-grupos/06-cohesion-grupal

 

 

 

 


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